Poemas de Naya J.

Límite


Olía a podrido y a rabia
La vergüenza y el pasto nuevo
de fondo un paisaje frío
los animalitos se revuelcan
murmulla el viento
una nariz que lo encuentra todo
Percibir las heridas
En la degradación de la carne

Se presenta
transparente a la intemperie
Esperando como si una aprobación
Pudiera explicar que los otros no serán otros
Escalofríos de su propio aroma
Ser impronunciable al habitar la corriente
El miedo de una manera diferente

Transita como si la amargura no doliera
Va aparentando que no se ahoga
Va simulando que esquiva las esencias
No traspasar las torceduras que los sujetos tanto
esconden
Que su aroma inerte no la separe
La proximidad adolecida
Simula que no existe
Porque su sangre tiene un dulzor fermentado

De fondo un paisaje frío
Burbujea bajo la lluvia mezclándose
Limpiando la peste


Por eso camina a veces
Se pierde en la maleza fluorescente
En los ríos impermeables
Acomoda sus pies en la tierra donde ha enterrado todo
Cuando es ella la que se
mezcla en el jugueteo con el agua
Se da cuenta que no
desaparece
Que los bordes de sus
uñas la protegen
Cuando el silencio la resguarda de no ser
Lo que nunca supo


***

The curse

(Suena un chelo)
Cayendo dentro en un túnel
Un abismo circular latiendo
Sabes qué es la muerte
No es solo cuando te rodea y te duele
Es una pulsión
Un ritmo grave
Una enfermedad que siempre te corroe
Siempre lo hizo
Pero cuando el tiempo pasa
La muerte se acerca
Te rodea
Te vigila
Cuando miras hacia la ventana y calculas espacio
Cuánto cuesta el espacio en que podrías caer
Como vaciada en un túnel

Piensas en la esencia
En el latido acompasado
De cada bendita sustancia, partícula que nace y muere
Los dioses no mueren y se burlan de nosotros
Algunos se mezclan
Algunos permutan la inherencia
Con la capacidad de sentirse vivos
Con la tragedia de la finitud

Recuerdo la inocencia
El pánico de pensar en mi mortalidad
Cuando el cuerpo perece y desaparecemos
Recuerdo el sonido de mi corazón
Un ir y venir
Por dos pasos que avanzo
Veo como retrocedo un camino ya trazado
Me fui volviendo inmensa
Sigilosa
Cálida, mustia
Veo cómo nos deshacemos
Por dos pasos que avanzo
Veo como retrocedo un camino ya trazado
Un ir y venir
Un ir y venir
Un ir y venir


Naya J. (Santiago, 1989)

 

Sus poemas figuran en diversas antologías,
entre ellas Memorias de un pájaro (Balmaceda
1215, 2009), Neopobreza (Moda y
Pueblo, 2011) y  Matacola (Moda y Pueblo,
2013). También ha publicado la novela
Minúscula
(Moda y Pueblo, 2013)